Los artículos
frágiles se encuentran entre las cargas más difíciles
de transportar.
En esta categoría se agrupan
objetos hechos de cristal
u otros materiales delicados, al igual que cualquier otro objeto
que requiera de un
especial cuidado durante su
manipulación y transporte, como pueden ser la mayoría de aparatos
electrónicos. También puede darse la situación de que el objeto que queramos transportar no lo consideremos
como una carga frágil en sí mismo, pero si tiene alguna parte o elemento más delicado y vulnerable
(como por ejemplo adornos de cristal o una
tapicería con tejido
delicado), entonces hay que
extremar precauciones y considerar este
objeto como una carga delicada durante todo su
transporte.
Los
objetos frágiles tienen que transportarse con la máxima precaución posible ya que son
muy propensos a romperse o dañarse. Puede
resultar más difícil
encontrar a un transportista
que se encargue del traslado de
este tipo de mercancías,
por lo que es conveniente revisar
bien los términos bajo los que
acordéis el envío.
Además, los artículos
delicados no siempre son considerados como una carga
estándar, por lo que pueden cobrar un coste extra al
contratar el transporte.
En el
momento de transportar una
carga frágil, el embalaje es
un punto importante.
Comienza por
encontrar una caja de cartón de tamaño similar al objeto, todavía
mejor si aún dispones del
embalaje original. El espacio que quede libre
una vez que coloques el
objeto en el interior, rellénalo con plástico de burbujas, papel de periódico, esponja u otro
material similar, esto ayudará a prevenir daños durante el trayecto.