El transporte de árboles y plantones es un reto difícil por las condiciones que hay que asegurar. No sólo es importante asegurar la carga, sino también garantizar que se cumplen las condiciones adecuadas de temperatura, humedad y otros factores para que las plantas lleguen sanas y salvas a su nueva ubicación.
He aquí algunos métodos para transportar árboles y plantones por tierra:
Camiones: Es el método más común de transporte de larga distancia. Los árboles y los plantones se colocan en plataformas especialmente adaptadas o en contenedores para protegerlos de la intemperie.
Furgonetas: Se utilizan para entregas más pequeñas, especialmente en zonas urbanas.
Remolques: Pueden utilizarse para transportar plantones o árboles pequeños que se trasladan de un lugar a otro.
Camiones refrigerados: Cuando los plantones son sensibles a la temperatura y requieren condiciones específicas durante el transporte.
Bolsas de yute o de malla: Los esquejes pueden embalarse en bolsas que permitan la circulación del aire y al mismo tiempo protejan las raíces de la desecación.
Palés: Facilitan el transporte de grandes cantidades de esquejes o árboles. Estabilizan la carga y protegen las plantas de daños mecánicos.
Embalajes de cartón: A menudo se utilizan para transportar plantones, que son menos sensibles a los daños.
Cintas de seguridad: Los árboles con troncos más largos pueden requerir una protección adicional durante el transporte para evitar daños.
Sistemas de riego: En los trayectos más largos, puede ser necesario prever un sistema de riego para que los plantones no se sequen durante el transporte.
Independientemente del método de transporte, es importante garantizar las condiciones adecuadas para las plantas durante el tránsito, como una temperatura y humedad adecuadas y protección contra la luz solar directa y los golpes.
He aquí algunas formas profesionales de proteger los árboles y los plantones antes del transporte:
Preparación de las raíces:
Para árboles y arbustos con raíces desnudas: Retire el exceso de tierra y humedezca las raíces. Puede envolverlas en un material húmedo como turba o papel mojado y luego sellarlas en una bolsa de yute o plástico para evitar que se sequen.
Para plantas en macetas asegúrese de que la tierra está bien hidratada antes de transportarlas.
Estabilización:
Los árboles con troncos más largos pueden estabilizarse utilizando ataduras o cuerdas. Esto evita que las ramas se rompan durante el transporte.
Los plantones pueden colocarse en cajas especiales o en palés para un transporte fácil y seguro.
Protección contra la intemperie:
Los árboles y los plantones deben protegerse de la luz solar directa, la lluvia y el viento. Esto puede conseguirse utilizando lonas o contenedores de transporte especiales.
Protección contra golpes y daños mecánicos:
Utilice materiales que absorban los golpes, como paja, turba o plástico de burbujas, alrededor de las plantas y en la parte inferior del vehículo de transporte.
Evite golpear o mover las plántulas durante el transporte.
Marcado:
Etiquete todos los paquetes y contenedores indicando que contienen plantas vivas. Esto puede ayudar a garantizar un cuidado adecuado durante la carga y descarga.
Control de la temperatura:
Para las especies sensibles a la temperatura, considere la posibilidad de utilizar vehículos de temperatura controlada o esteras térmicas para estabilizar la temperatura durante el transporte.
Hidratación:
Para viajes más largos o en climas más cálidos, considere el uso de sistemas de riego o rocíe regularmente las plantas con agua para evitar que se sequen.
Protegiendo adecuadamente sus árboles y plántulas antes del transporte, aumentará en gran medida sus posibilidades de supervivencia y crecimiento sano tras el trasplante.
Después de transportar los árboles y los plantones, es importante tomar las medidas adecuadas para que se aclimaten correctamente y crezcan sanos en su nuevo emplazamiento. A continuación le indicamos algunas medidas que debe tomar después de recibir sus árboles y plantones:
Inspección:
A su llegada, inspeccione cuidadosamente los árboles y los plantones para detectar cualquier daño, enfermedad o plaga.
Preste atención al estado de las raíces. Deben estar húmedas, pero no mojadas. Si las raíces están secas, remójelas en agua durante unas horas antes de plantar.
Aclimatación:
Si los árboles y los plantones se han mantenido en la oscuridad durante mucho tiempo, acostúmbrelos gradualmente a la luz del sol para evitar el shock.
Preparación del suelo:
Cave hoyos de plantación suficientemente grandes para permitir que las raíces se desarrollen libremente.
Si el suelo es pesado o poco fértil, se recomienda añadir compost o materiales de mejora orgánica.
Plantación:
Saque los árboles y los brinzales de sus envases, teniendo cuidado de no dañar las raíces.
Plántelos a la profundidad correcta: la parte superior del cepellón debe estar a nivel o ligeramente por debajo del nivel del suelo.
Rellene el agujero con tierra, amasando suavemente alrededor del cepellón para eliminar cualquier burbuja de aire.
Riegue:
Riegue a fondo los árboles y los plantones inmediatamente después de plantarlos. Esto ayudará a estabilizar la tierra alrededor de las raíces y les proporcionará la humedad adecuada.
Mantillo:
Aplicar una capa de mantillo alrededor del árbol o plantón ayudará a conservar la humedad, protegerá las raíces de las temperaturas extremas y reducirá el crecimiento de malas hierbas.
Protección:
Dependiendo de la ubicación y la especie, los árboles y brinzales pueden necesitar protección contra plagas, animales o vientos fuertes. Considere la posibilidad de utilizar protectores, redes u otros medios de protección.
Supervisión:
Vigile sus plantas con regularidad, especialmente durante las primeras semanas tras la plantación. Asegúrese de que se riegan adecuadamente y de que no muestran signos de enfermedades o ataques de plagas.
Recuerde que los primeros días y semanas tras el transporte son cruciales para la supervivencia y el desarrollo saludable de árboles y plántulas. Unos cuidados adecuados durante este periodo aumentarán en gran medida las posibilidades de que arraiguen con éxito en su nueva ubicación.
Sí, es posible exportar árboles y plantones al extranjero, pero esto está asociado a ciertas restricciones y requisitos que pueden variar entre los países exportadores y los importadores. He aquí algunos puntos a tener en cuenta:
Normativa fitosanitaria: muchos países tienen una estricta normativa fitosanitaria para evitar la propagación de enfermedades y plagas de las plantas. Es posible que se exijan pruebas y un certificado fitosanitario que confirme que las plantas están libres de ciertas enfermedades y plagas antes de exportar plantones o árboles.
Permisos de exportación e importación: Dependiendo de la especie de árbol o plantón, pueden ser necesarios permisos especiales para su exportación o importación. Esto es especialmente cierto para las especies protegidas por acuerdos internacionales como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Cuarentena: Algunos países pueden exigir que las plantas importadas se pongan en cuarentena a su llegada para asegurarse de que no traen consigo enfermedades o plagas.
Embalaje: Las plantas deben embalarse adecuadamente para garantizar su protección durante el transporte y cumplir los requisitos sanitarios.
Adaptación: Aunque se cumplan todos los requisitos legales, conviene tener en cuenta si el árbol o plantón podrá adaptarse al nuevo entorno y a las condiciones climáticas del país importador.
Costes adicionales: La exportación e importación de árboles y plantones puede conllevar costes adicionales, como las tasas de las pruebas fitosanitarias, la cuarentena o la obtención de los permisos necesarios.
Antes de decidirse a exportar árboles o plantones al extranjero, es aconsejable consultar a las autoridades competentes del país exportador y del país importador para asegurarse de que cumple todos los requisitos legales y de que las plantas tienen posibilidades de sobrevivir y prosperar en su nuevo entorno.