Tu mejor ruta senderista en Aragón -1º premio- Miguel Soler
Esta ruta nos la envió Miguel Soler, ganador de la primera edición del concurso «Tu mejor ruta senderista en Aragón», organizado por el mercado online de transportes Clicktrans.es
Ruta recorrida: Plana Canal – Sestrales
Localización: Comarca del Sobrarbe (Huesca)
Distancia: 8,3 km – Tiempo: 4,5 horas
Dificultad técnica: Fácil – Desnivel: 581 m
Altitud máxima: 2.105 m – Altitud mínima: 1.660 m
Para una calurosa mañana de verano, una amiga y yo nos decidimos por una ruta sencilla, apta para todo tipo de senderistas, pero con una de las panorámicas más abiertas y espectaculares de la zona donde nos encontramos, el Sobrarbe, en la provincia de Huesca. Hemos visitado la ciudad de Aínsa, capital de la comarca, que ostenta el título de uno de “Los pueblos más bonitos de España”. Nuestra visita coincide además con el Centenario del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. ¡Qué mejor manera de celebrarlo que caminando!
La ruta parte de la pista Montaña de Sesa, adonde hemos podido acceder en coche sin dificultad partiendo de la carretera que une Puértolas y Bestué. Llegamos hasta Plana Canal, donde una barrera y una especie de rotonda que pareciera hecha con menhires prehistóricos nos cortan el paso: es hora de ponerse las botas y echar a andar.
Nos recibe un quebrantahuesos volando sobre nuestras cabezas, un ave en peligro de extinción, pero rápidamente se aleja hacia el Sestral Alto, como si quisiera marcarnos el camino hacia nuestro destino final. Miramos hacia arriba, respiramos hondo y emprendemos la subida, constante y empinada, siguiendo un sendero estrecho jalonado por mojones, hasta llegar a un collado desde donde las vistas obligan ya a sacar la cámara de fotos y los prismáticos: al sur, la distinguida Peña Montañesa y el Castillo Mayor, cuyas siluetas van cambiando conforme ascendemos; más al norte, dominan el horizonte las Tres Marías y el mítico Monte Perdido, tres picos que parecen peones infranqueables, desafío de cualquier montañero y que nosotros dejaremos para otra ocasión; y un poco más a la izquierda, la famosa Brecha de Rolando, donde cuenta la leyenda que el sobrino de Carlomagno golpeó su espada contra la roca tras perder la batalla de Roncesvalles.
Horizonte en el ascenso: Monte Perdido y las Tres Marías
Hemos llegado al Sestral Bajo, en donde una particular formación rocosa en forma de fraile parece guardar la paz del lugar. Es la primera parada para reponer fuerzas y disfrutar de la película de animación que nos ofrecen las variadas aves: buitres enormes que no acaban de posarse, chovas alborotadoras que siempre van en grupo, no sabemos si jugando, persiguiéndose o defendiendo su porción de cielo, e incluso hace una aparición estelar un treparriscos, pájaro espectacular por su intenso color rosado. Embobados con las vistas y la particular sesión de cine, nos cuesta ponernos en pie de nuevo para dirigirnos hacia nuestro destino final.
Sestral Bajo y “El fraile”
De camino al punto más alto, se observan profundos barrancos en cuyas paredes crecen retorcidas hayas y pinos. Desde aquí, sentados con las piernas casi colgando sobre el precipicio, abrimos los pulmones e identificamos los pequeños pueblos que se ven a lo lejos, como Nerín o Fanlo, más allá del espectacular Cañón de Añisclo, que se recorta a nuestros pies y en el que se retuercen las aguas del río Bellos, donde más tarde nos bañaremos como merecido premio.
La excursión tiene además gran atractivo botánico y paramos para fotografiar la flora tan especial de este macizo: áster o estrella de los Pirineos, siemprevivas de montaña o los populares “cojines de monja” o erizones.
Ejemplos de la flora observada
Ya cerca del punto más alto, nos sorprende el cambio de terreno: caminamos equilibrándonos sobre el lapiaz, formación de gruesas piedras puntiagudas rebanadas por la acción del hielo.
Alcanzamos por fin la cima, el Sestral Alto, desde donde localizamos otros pintorescos pueblos, como Buerba o Vio. Al fondo del valle se intuye a trozos la carretera que recorre el Cañón de Añisclo, hoy cerrada el tráfico. Un numeroso rebaño de cabras nos observa mientras sacamos la comida de las mochilas, pero deciden permanecer inmóviles sobre escarpados salientes de roca en un ejercicio de verdadero equilibrio, como avezadas yoguis.
Es hora de volver, ahora más ligeros y con la perspectiva del chapuzón en alguna recóndita poza del río Bellos, desde donde observaremos los Sestrales al atardecer, un final de día perfecto para la mejor ruta senderista: por su fácil acceso, por las privilegiadas vistas durante todo el recorrido, por la diversidad de flora y fauna, por las opciones culinarias, de ocio y culturales que puedes disfrutar después del paseo. Por todo ello, esta puede ser también “Tu mejor ruta senderista en Aragón”.
Mapa de la ruta descrita
Fuente: http://sarrio1978.blogspot.com/2017/09/los-sestrales-pno-13-9-2017.html